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 Nueva era en la educación medioambiental: ¿Son los padres los que enseñan a los hijos? ¿O al revés?

Recibimos cientos de impactos relacionados con la crisis climática que estamos viviendo: telediarios, periódicos, redes sociales, e incluso muchas veces, los vivimos en primera persona.

¿Cómo podemos ponerle freno al desgaste que está sufriendo el planeta? ¿Podemos educar a la sociedad en valores sostenibles? La respuesta es un sí rotundo. Si queremos paliar los problemas ambientales, además de concienciarnos, debemos asegurarnos de que las nuevas generaciones también lo están. Aquí entra en juego un punto clave: la educación medioambiental, ¿cosa de adultos o cosa de niños?

Qué es la educación ambiental 

Es un recurso importante para informar y concienciar sobre nuestra actualidad ambiental además de educar hacia un cambio de hábitos sostenibles en el tiempo.  Esta concienciación nos da la oportunidad de tomar decisiones más informadas en relación al impacto que nuestras acciones producen en el medio ambiente. 

Nos encontramos ante una “asignatura” que nos aporta conocimientos sobre la biodiversidad y la relación entre el ser humano y la naturaleza que nos da las herramientas necesarias para hacer frente a los retos climáticos.

Es un tema tan crucial que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ve necesario la implementación de un programa de educación ambiental en todos los colegios para 2025.

Dónde empieza la educación ambiental 

Es durante la infancia cuando comenzamos a desarrollar nuestro comportamiento, nuestra conciencia social y la empatía. Es una etapa muy importante en cuanto a desarrollo cognitivo por lo que nuestras conexiones neuronales comienzan a crecer de manera imparable. Es el momento de educar

Para una correcta educación ambiental, debemos involucrar a dos actores clave en el desarrollo conductual de los niños: el núcleo familiar y las instituciones educativas

Núcleo familiar 

Es frecuente escuchar la frase “los padres son el ejemplo a seguir de los niños” y te diremos que es muy cierta. Durante los primeros años de vida, los niños aprenden por imitación, por lo que el núcleo familiar es el centro del aprendizaje y la educación de los pequeños.

Desde casa debemos considerar el cuidado del medio ambiente como un pilar más de la educación. No se trata solo de educar, sino de transmitirles la importancia que tiene la naturaleza en nuestras vidas. 

Aunque nos encontramos ante un nuevo paradigma: ahora es más común que sean los niños los que enseñan a los padres. Y es que en los centros educativos es cada vez más común encontrar talleres y clases dedicadas a hablar sobre nuestra huella de carbono, el consumo responsable de recursos, la contaminación, el ahorro de agua o el reciclaje.

La educación ambiental en colegios 

Un alumno de primaria pasa una media anual de casi 800 horas en el centro educativo, es casi un segundo hogar, y ya son miles de docentes los que deciden incorporar una visión ambiental a sus enseñanzas. 

Además, cada vez es más común que algunos colegios, institutos o universidades tomen medidas sostenibles como la reducción de residuos, como por ejemplo, de plástico. 

Estas prácticas hacen que los niños sean más conscientes de la necesidad de hacer pequeños cambios y del impacto que tienen. Por ejemplo, cambiar las botellas de agua de plástico por botellas reutilizables, que además incentivan el consumo de agua en el colegio.

Actividades para fomentar la educación medioambiental 

La educación medioambiental en colegios y casa no debe ser solamente teórica, se debe compaginar con una parte práctica que permita a los niños conocer de cerca la naturaleza y los retos climáticos a los que nos enfrentamos. 

Te recomendamos algunas actividades para hacer esta concienciación más dinámica y entretenida para los niños: 

  1. Actividades en la naturaleza: el contacto con los entornos naturales hace que los niños tengan más conciencia de la biodiversidad y de la necesidad de proteger y conservar la naturaleza. 
  1. Aprender a separar residuos: ¿Qué hacemos con los materiales una vez termina su vida útil? La correcta gestión de los residuos es fundamental para que el reciclaje sea eficiente y eficaz. 
  1. Participar en actividades de limpieza: incluir a los niños en actividades relacionadas con la limpieza de parajes naturales ayuda a concienciarlos sobre la importancia de la correcta gestión de los residuos.
  1. Hablar del cuidado del medio ambiente y de la crisis climática: incentivar el debate sobre los problemas ambientales a los que estamos haciendo frente y cómo podríamos ponerles freno.

Con estas acciones conseguimos que un programa de educación ambiental no sea solo una asignatura que aprobar, sino que pase a ser un estilo de vida que haga de los niños personas con pensamiento crítico, suficientemente concienciados y formados como para tomar decisiones alineadas con el desarrollo sostenible. Al fin y al cabo, los niños son el futuro del planeta y muchas veces son ellos los que nos dan lecciones de vida a los adultos. 

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