La industria y la producción de alimentos consumen gran parte de nuestros recursos hídricos. Pero lo cierto es que los ciudadanos de a pie también somos responsables y podemos seguir unos trucos para ahorrar agua y mantener un consumo equilibrado. Nuestro gasto de agua en la casa puede parecer mínimo debido al gran desconocimiento que tenemos sobre esta cuestión, de modo que en muchos casos ni siquiera intuimos la cantidad que podemos estar malgastando.
Para aportar una solución activa como miembros de la sociedad al problema del consumo irresponsable, es conveniente ser consciente de los litros de agua que usamos al día, a sabiendas de que podrían ser muchos menos simplemente teniendo presentes unos cuantos tips para ahorrar agua.
¿En qué desperdiciamos el agua?
Según el Instituto Nacional de Estadística, los hogares españoles consumen alrededor de 136 litros por habitante y día. Una cifra que sorprende la primera vez que se conoce: ¿Realmente necesitamos tanta o es posible usar menos agua?
La Organización Mundial de la Salud estima que entre los 50 y los 100 litros por persona y día es lo indicado para una vida en condiciones de salubridad. Por tanto, tenemos un margen de mejora en nuestros hogares.
El mayor consumo tiene que lugar en el cuarto de baño, con 10 litros consumidos de media cada vez que hacemos uso de la cisterna, hasta 30 litros al lavarnos los dientes sin cerrar el grifo o los 100 litros cada 5 minutos que empleamos en la ducha. En cuanto a los electrodomésticos, nuestro lavavajillas emplea unos 20 litros y la lavadora unos 70 (siempre dependiendo de los distintos modelos y programas empleados).
Se trata, en cualquier caso, de un consumo elevado que requiere de nuestra voluntad para implementar métodos para el ahorro de agua en nuestra casa que no disminuyan nuestro confort ni impliquen inversiones costosas. Las alternativas de ahorro de agua son mucho más sencillas de lo que imaginamos y podemos causar un impacto positivo en la disponibilidad de nuestros recursos hídricos.
Medidas de ahorro de agua en la industria
Queremos ofrecer alternativas de ahorro de agua que podemos aplicar con facilidad en nuestro día a día, y que también nos harán comprender la importancia y el impacto derivado del consumo de ciertos productos.
Ahorro de agua en actividades diarias
Una ducha supone un gran ahorro de agua frente a un baño, pero ¿sabes cuánto puedes consumir con una ducha demasiado larga? Si por cada minuto contabilizamos unos 20 litros, una ducha de diez minutos nos está costando nada menos que 200 litros de agua. Lo cierto es que con una ducha de cinco minutos es más que suficiente y es recomendable cerrar el grifo mientras nos enjabonamos, además de recoger y reutilizar el agua fría inicial (es agua limpia que puede tener multitud de usos).
Instalar cisternas de doble descarga o introducir en la misma una botella llena de arena nos ayudará a verter muchos menos litros.
Afeitarse y lavarse los dientes también son actividades que forman parte de nuestra rutina y en las que sin el debido cuidado podemos estar vertiendo de forma innecesaria grandes cantidades de valiosa agua potable. No dejar el grifo abierto mientras no lo necesitamos e incluso racionalizar el uso llenando un simple vaso (más que suficiente) será suficiente.
Ahorro de agua relacionado con electrodomésticos
A la hora de escoger un lavavajillas o una lavadora, es importante que compruebes que poseen etiqueta A+, A++ o A+++. Estas etiquetas nos indican que los electrodomésticos nos dan opciones de carga parcial y también que en su diseño se ha tenido en cuenta el respeto al medio ambiente. En el caso de las lavadoras, por ejemplo, nos muestra un cálculo del consumo anual previsto de agua.
En cuanto a los dispositivos de filtrado de agua disponibles en el mercado, es importante acudir a marcas con la experiencia y la tecnología necesaria para conseguir que el agua que entre sea exactamente la misma que salga, sin ninguna fuga que nos haga malgastar. Y evitar sistemas como el de la ósmosis inversa, que siempre implica un porcentaje de agua desechada, frente a otros como el filtrado que no produce rechazo de agua.
Utilizar agua filtrada además contribuye a generar menos residuos y disminuir la cantidad de agua empleada en la fabricación de los envases de agua embotellada.
Ahorro de agua en el jardín
Los aspersores y las pistolas de riego deben estar ajustados para no gotear ni perder agua, aunque la opción que menos consumo produce es sin duda el riego por goteo. Elegir especies autóctonas que se adapten a la cantidad de lluvia propia de un territorio también es una opción sencilla de ahorro de agua.
El riego debe efectuarse en las horas de menos sol, para evitar la evaporación rápida. Llenar una regadera en la ducha con el agua fría que normalmente desperdiciamos es sencillo, puede implicar hasta a los más pequeños de la casa y nos permite un riego lento en el que somos conscientes de la cantidad vertida.
Ahorro de agua y consumo responsable
A la hora de hacer la compra, podemos elegir marcas que garanticen que en sus procesos de producción se ha tenido en cuenta el mínimo impacto en el medio ambiente. Encontrarlas y apoyarlas ayudará a que muchas más se sumen a esta adaptación tan necesaria. Los productos locales y de temporada y los obtenidos mediante producciones sostenibles nos ayudarán a disminuir nuestro consumo de agua.
Ahorro de agua y mantenimiento
Por último, es importante que mantengamos en buen estado nuestras instalaciones, de modo que evitemos fugas que, de manera invisible, están haciendo correr nuestro contador y desechar nuestra valiosa agua potable.