El plástico en el océano es una pesadilla de proporciones difíciles de asumir. Hoy en día ya existen islas de plástico, que se forman allá donde las corrientes arrastran los microplásticos y otros residuos de mayor tamaño. Sobre todo, en el Atlántico norte y sur, en el Pacífico sur y norte, y en el océano Índico.
Pero las impactantes imágenes de plástico en el océano parecen no ser suficientes para que nos pongamos en marcha y solucionemos este problema. Un problema que, no solo afecta a la salud de la fauna marina, sino que a través de la alimentación puede repercutir en la nuestra.
En Tuawa estamos muy concienciados con este problema mundial y, por eso, hoy queremos compartir una serie de claves que nos ayudarán a cambiar nuestros hábitos para reducir la contaminación por plásticos.
Plástico en el océano: bolsas y botellas
Dos de los plásticos más utilizados y que, por tanto, suponen un mayor problema para el medio ambiente son las bolsas y las botellas de agua. Nos hemos acostumbrado demasiado rápido a su utilización, cuando en realidad existen opciones mucho mejores e igualmente cómodas que te ayudarán a ahorrarle al planeta hasta 1.000 botellas de plástico al año:
- Podemos evitar el consumo de botellas de plástico de agua instalando una solución de filtrado bajo el fregadero de nuestra cocina, basada en el carbón activado. Se trata de una solución fácil de instalar (puedes hacerlo tú mismo con un vídeo tutorial o solicitar por una diferencia nimia de precio que lo haga un instalador autorizado). Sin obras, sin más molestias que hacerle un poco de sitio, y con la seguridad de que vas a beber agua de gran calidad (el agua del grifo).
Además, beberás siempre agua con el mejor sabor, ya que los filtros neutralizan gran parte de las sustancias que, aunque están presentes en el agua de forma natural, al interactuar con el cloro producen los olores o sabores indeseados que nos impulsan erróneamente a comprar agua embotellada.
- En cuanto a las bolsas de plástico, existen multitud de alternativas, todas cómodas y algunas realmente “trendy”. Utiliza el capazo de la abuela, el carro de la compra o una bolsa de lona resistente para hacer tu compra. ¡Y no olvides avisar al cajero de que no quieres más bolsas de plástico!
Plástico en el océano: pásate a la compra a granel
La compra a granel puede ayudarnos de forma activa a paliar el problema del plástico en el océano, y de paso nos puede hacer cambiar la manera en que las grandes superficies envasan los alimentos. Si acudes a mercados o tiendas especializadas en este tipo de venta, puedes llevar tus propios recipientes para pesar y transportar los alimentos. Evita los productos envasados en plástico, sean comestibles o de cualquier otro tipo.
En resumen: todos podemos hacer de nuestra parte para ir paliando los efectos del consumo de plástico y, por lo tanto, impedir que estos mares de plástico en el océano sigan creciendo. Desde nuestro blog queremos despertar conciencias, animando en primer lugar a beber agua del grifo para evitar el consumo de plástico, e informando sobre problemáticas medioambientales y sus posibles soluciones. ¿Te apuntas a salvar nuestros océanos?