Dentro de un entorno laboral es fácil encontrar máquinas dispensadoras de agua, que se colocan para facilitar el acceso a agua de buen sabor por parte de los trabajadores y quizá con la buena intención de evitar la proliferación de las botellas de plástico de un solo uso. Sin embargo, estos dispensadores de agua presentan inconvenientes que no siempre se tienen en cuenta.
De hecho, su contenido ni siquiera se puede catalogar como “agua”, por lo que en su etiquetado encontramos que se define como “bebida refrescante”. Por tanto, no hablamos de agua natural, sino de agua procesada a la que se ha modificado su composición inicial y añadido aditivos.
En los centros de trabajo se pasan muchas horas durante muchos días a la semana, por tanto es loable que se intente proporcionar agua de buen sabor, pero hay que tener en cuenta que existen otras soluciones más cómodas de utilizar, como los filtros de carbón activado bajo el fregadero de Tuawa, que dan menos trabajo y que podrían sustituir a estos dispensadores.
Os comentamos los inconvenientes de estos dispensadores de agua, y os ofrecemos alternativas que permitirían consumir agua de gran calidad y evitando estos problemas.
¿Cómo funciona un dispensador de agua?
Los más comunes y extendidos consisten en un soporte con grifo sobre el que se encaja una garrafa de agua boca abajo. Pueden tener grifos refrigerantes que permiten obtener agua fresca y lo que dispensan es agua embotellada. Su popularización se debe a la concienciación de las necesidades de hidratación de las personas.
Generalmente, se contrata el servicio a una empresa que además provee periódicamente de más garrafas de agua, pero con frecuencia el recambio lo realizan los propios usuarios. Así, cualquiera sin formación en seguridad alimentaria puede estar manipulando la fuente de agua potable que utilizan un buen número de compañeros de trabajo.
Por otro lado, su uso tampoco está controlado, por lo que los grifos de los que se obtiene el agua pueden tocar superficies como el borde de botellas, cantimploras y vasos que no han sido higienizados sino que se están utilizando continuamente para beber.
Utilización de dispensadores de agua: inconvenientes
La falta de control sobre las condiciones higiénicas es el gran inconveniente de estos sistemas. Algunas enfermedades infecciosas pueden transmitirse a través de una indebida manipulación de los grifos. Si encajamos en ellos nuestra cantimplora para rellenarla, estaremos dejando en ellos restos de nuestra saliva. A partir de ahí, los microorganismos pueden transmitirse entre todos los usuarios del dispensador.
Por otro lado, las garrafas se suelen almacenar en las oficinas y acumulan inevitablemente polvo, y no siempre se tiene la precaución de limpiarlas adecuadamente antes de encajar una llena cuando la anterior se vacía. Ni siquiera nos lavamos las manos especialmente antes de realizar esta operación, que ya tenemos normalizada como parte del día a día de la oficina.
El hueco en el que se encaja y sobre todo, el orificio por el que el agua pasa de la garrafa al dispensador puede acumular todo tipo de suciedad y, aunque se ofrezca un cierto mantenimiento, cuando son los usuarios los que la manipulan es bastante complicado mantener las condiciones de salubridad necesarias.
Por tanto, ni se cuenta con la seguridad alimentaria del agua del grifo ni se trata de recipientes de uso individual como las que solemos comprar para utilizar en casa. Y además, en el caso de las garrafas de plástico, reproducen el problema de acumulación de plásticos del agua embotellada.
Alternativas a los dispensadores de agua
Si en un lugar de trabajo se quiere ofrecer agua de gran calidad, la mejor alternativa es el agua del grifo. Pero en algunas zonas de nuestra geografía el agua aporta además cierta cantidad de minerales (beneficiosos para la salud) pero que combinados con el necesario cloro producen un sabor y olor algo molesto.
Para esos casos, nada como una solución de filtrado de carbón activado bajo el fregadero como las que ofrecemos en Tuawa.
Las soluciones Tuawa pueden ser idóneas para una oficina, puesto que se reparten a domicilio, ofrecen videotutoriales de instalación para la persona que se encargue del mantenimiento o aportan un técnico instalador profesional y especializado (a elección del usuario y por una diferencia de precio realmente pequeña), tan solo necesitan un recambio de agua anual y cuentan con un servicio técnico accesible y resolutivo.
Además no requieren obras ni cambian la configuración del entorno en el que se ubican. Permiten que toda la plantilla de un centro de trabajo tenga acceso a un grifo de agua con toda la calidad posible (la del agua del grifo) y un sabor inmejorable.
Con estas soluciones que convierten un grifo normal y corriente en una fuente de agua de gran sabor y calidad, estamos evitando que cada asistente al centro de trabajo tenga que acarrear su agua, muchas veces en botellas de un solo uso que aumentan nuestro consumo de plástico y por tanto los problemas del medio ambiente.
Por otro lado, en estos lugares de trabajo es frecuente que se preparen infusiones o cafés que sin duda van a mejorar su sabor sin mermar su calidad con el agua filtrada por las soluciones de Tuawa.