Si quieres llevar un estilo de vida más sostenible y te estás planteando vivir sin plástico, el agua del grifo es tu mayor aliada en la cocina (y mucho más allá).
A pesar del extendido mito según el cual este tipo de agua podría contener bacterias y/o agentes contaminantes, la verdad es que el agua del grifo en nuestra zona es sanitariamente perfecta. Cumple todos los parámetros de calidad y es tan saludable como el agua embotellada.
Si bien es cierto que por ley este agua debe tratarse con cloro, tan solo lleva un mínimo contenido del mismo, y además, existen opciones para atenuar su sabor.
En este sentido, conocer nuestros filtros de agua te vendrá como sal al huevo, ya que con ellos podrás disfrutar de todos los beneficios de cocinar con agua del grifo sin pizca de sabores extraños.
Sin duda el principal motivo para cocinar con agua del grifo es reducir el excesivo uso de agua embotellada, que provoca un gran impacto tanto en el medio ambiente como en el bolsillo. ¡Veámoslos todos!
España es el quinto país que más agua embotellada consume por habitante, y esto se traduce en un elevado volumen de residuos plásticos, que puedes evitar si optas por beber y cocinar con agua del grifo.
Además, el precio de un litro de agua embotellada equivale a unos 700 litros de agua del grifo por lo que cocinar con agua del grifo puede ser una decisión más que acertada para la economía familiar.
Y, por si fuera poco, también supondrá un ahorro de tiempo a diferencia del agua embotellada que exige desplazamientos hasta la tienda, o tiempo de espera desde que haces el pedido online hasta que el repartidor llama a tu puerta.
Sin mencionar el ahorro de espacio que supone optar por el agua del grifo en lugar del agua embotellada, que para evitar constantes desplazamientos, necesitamos comprar en cantidades más o menos grandes , y por tanto, almacenar en nuestro hogar.
Cocinar con agua del grifo es totalmente seguro. Este agua se puede beber sin problema ya que cumple con la normativa nacional para que consumirla sea una opción tan saludable como segura.
Sin embargo, para algunos paladares tiene algunos puntos de mejora. Su olor y sabor no son tolerados por todos, pero no es algo que suponga inconveniente, ya que existe la opción de filtrar el agua para acabar con ellos.
Con el agua del grifo sabes lo que hay, vamos, que es lo que es y listo. Sin embargo, con algunas aguas embotelladas esto no es del todo así, ya que no siempre son aguas minerales naturales de manantial, sino agua del grifo tratada o preparada e introducida en recipientes para su venta. Por eso si prefieres cocinar con agua mineral, es muy importante fijarse en la etiqueta.
La dureza y el sabor del agua del grifo puede variar según las regiones por lo que usarla sin filtrar para cocinar podría darle a tus platos un sabor y consistencia característicos. Y eso no tiene por qué ser un punto negativo.
Ahora bien, si prefieres huir de los olores y sabores de este tipo de agua, como te hemos adelantado, puedes usar un buen filtro de carbón activo para cocinar con agua del grifo como a ti te gusta.
